Luis XVI (Versalles, 23 de agosto de 1754 – París, 21 de enero de 1793) fue un monarca francés que ostentó el título de Duque de Berry y fue arrestado durante la Insurrección del 10 de agosto, juzgado por la Convención Nacional, declarado culpable de traición y condenado a la guillotina el 21 de enero de 1793. Su ejecución marcó el fin de la monarquía absolutista en Francia.
Por recomendación de su astrólogo, Luis XVI de Francia evitaba hacer cosas los días 21 de cada mes. Sin embargo y pese a la recomendación no pudo evitar que el 21 de junio de 1791 María Antonieta y él mismo fueran arrestados, que el 21 de septiembre de 1792 la monarquía fuera abolida de Francia, y que el 21 de enero de 1793 fuese condenado a muerte y ejecutado.
El rey Luis XVI de Francia y su esposa María Antonieta no consumaron su matrimonio hasta siete años después de la boda. Luis tenía fimosis, es decir, no podía retirar el prepucio y dejar el glande al descubierto. El coito le resultaba muy doloroso y no podía realizar la penetración. Jóvenes e ignorantes los dos, no hicieron nada por resolver el problema. Luis que era miedoso, se negó a hacerse la circuncisión. Al final, la necesidad de que los reyes tuvieran descendientes, obligó a Luis a operarse.
Tras la ejecución de Luis XVI, todos sus sirvientes, la florista y su leal montero se quitaron la vida.
Curiosamente el pueblo no pretendía darle muerte y le obligaron a jurar la Constitución, pero cuando se descubrió que estaba conspirando para que Francia fuera derrotada en la guerra contra Austria, se le condenó a muerte.
Por recomendación de su astrólogo, Luis XVI de Francia evitaba hacer cosas los días 21 de cada mes. Sin embargo y pese a la recomendación no pudo evitar que el 21 de junio de 1791 María Antonieta y él mismo fueran arrestados, que el 21 de septiembre de 1792 la monarquía fuera abolida de Francia, y que el 21 de enero de 1793 fuese condenado a muerte y ejecutado.
El rey Luis XVI de Francia y su esposa María Antonieta no consumaron su matrimonio hasta siete años después de la boda. Luis tenía fimosis, es decir, no podía retirar el prepucio y dejar el glande al descubierto. El coito le resultaba muy doloroso y no podía realizar la penetración. Jóvenes e ignorantes los dos, no hicieron nada por resolver el problema. Luis que era miedoso, se negó a hacerse la circuncisión. Al final, la necesidad de que los reyes tuvieran descendientes, obligó a Luis a operarse.
Tras la ejecución de Luis XVI, todos sus sirvientes, la florista y su leal montero se quitaron la vida.
Curiosamente el pueblo no pretendía darle muerte y le obligaron a jurar la Constitución, pero cuando se descubrió que estaba conspirando para que Francia fuera derrotada en la guerra contra Austria, se le condenó a muerte.
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